La aplicación de corrientes eléctricas en rehabilitación y fisioterapia veterinaria se realiza para conseguir dos principales objetivos: reducir la percepción del dolor y estimular los tejidos excitables (músculos).
La electroterapia analgésica, más comúnmente conocida por TENS, resulta efectiva para controlar el dolor de muchos procesos inflamatorios y osteoartrosis, entre los que destacamos: dolor de espalda, tendinitis, dolor muscular, tenosinovitis, osteoartrosis y dolor postquirúrgico.
Por otro lado, la electroestimulación neuromuscular se usa para estimular la motoneurona muscular y el propio músculo. No sólo se utiliza para tratar algunas patologías como la amiotrofia, o la parálisis periférica, sino que también se usa para fortalecer la musculatura y para aumentar de la estabilidad articular.
La aplicación de corrientes eléctricas debe estar formulada dependiendo de la condición funcional del músculo (músculo inervado, denervado o parcialmente denervado), además del objetivo que se quiere conseguir.
Para resumir, las principales ventajas de la electroterapia son: la reducción rápida del dolor, facilita la recuperación funcional, estimula el músculo denervado y proporciona un efecto analgésico prolongado.
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